Género neutral, sin afiliación política, sin asociación religiosa, de clase o étnica, las hojas son un símbolo de deleite universal seguro, atemporal, familiar y reconfortante. Dar y recibir hojas ha sido y siempre será precioso.
Recuerdos cariñosos, cálidos y acogedores se pliegan en esta atmósfera. El aroma y la sensación de las chimeneas, la recolección de manzanas, los suéteres favoritos, las hogueras, los paseos en heno, las parcelas de calabaza, la cálida sidra especiada ... y el más pintoresco pueblo tras pueblo. Eso es lo que hace que la ironía de Vermont, el estado de la "Montaña Verde", sea el mejor lugar del mundo para lo que la industria del turismo llama "espiar las hojas"; cuando gente de todo el mundo entra o conduce desde lugares tan lejanos como Florida o más allá para presenciar por sí mismos el esplendor de la montaña rusa mágica que brilla en rojos explosivos, oro brillante, naranjas e incluso púrpuras. La intensidad del color por sí sola puede ser suficiente, pero parece una sesión de fotos alrededor de cada granero y curva: cascadas, pintorescos B & B victorianos, un huerto o un puente cubierto ... y las fantásticas hojas; siempre las hojas Luego, por supuesto, están las hojas raras y preciosas que aún puntúan nuestra famosa temporada de actividad de nieve; incluyendo azúcar de arce. La renovación de la primavera aparece en sí misma con estallidos de chartreuse y otros verdes brillantes, contra las cascadas de nieve derretida. Y el equilibrio de color que une el verano con el otoño, en la sombra que protege nuestros famosos pozos de natación (agua) que se acumulan río abajo, reconforta a la gente de la pesca con mosca, ayuda al bullicio de antigüedades, galerías de arte, librerías y otras actividades de pueblo pequeño sin prisa y sentido. .

-sinceramente con amor,

-el humilde personal de Vermont Leaf Company